Parece que el terror vivido durante estos dos días en Francia, va poco a poco disminuyendo. Durante la jornada de hoy, las alertas por atentado yihadista en la república ha estado más activadas que nunca.
Ayer, el que parecía un lobo solitario asesinaba a una policía tras el atentado de Charlie Hebdo. Hoy se ha conocido que el asesino pertenecía a la misma célula terrorista que los hermanos Kouachi, los autores del crimen en el semanario satírico. El mismo hombre mantuvo hasta hace escasas horas a cinco rehenes en un supermercado judío del centro de París. Mientras, los hermanos retenían también a una rehén en una imprenta situada en el pueblo de Dammartin en Goële, a cuarenta kilómetros de la capital francesa, en la que se habían atrincherado tras su huída.
Afortunadamente, en las últimas horas de la tarde de hoy, la policía francesa ha decidido intervenir en ambas retenciones a la vez. El resultado ha sido la muerte de los tres terroristas.
Con la fatídica sucesión de acontecimientos en apenas 48 horas, han saltado las alarmas de que podría tratarse de una serie de atentados en cadena, quizá no preparados en conjunto pero sí por imitación, lo que se conoce como copycat.
En España, las alertas por posibilidad de atentado yihadista son altas, y la presencia policial y autoritaria se ha intensificado. De momento, se conoce el dato de que cien islamistas radicales residentes en nuestro país están siendo vigilados. Sin embargo, no hay posibilidad de detención mientras no se certifique su intención de atentar.
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